Soy un abogado vocacional nacido en Santander en 1982, graduado en Derecho por la Universidad de Cantabria.  

Comencé la carrera por un profundo interés en el conocimiento de las leyes, que todo lo rigen. Desde muy pronto empecé a sentir cierta inseguridad vital al ser consciente de que no conocía las reglas que regían mi entorno. Eso no me gustaba nada, por lo que decidí aprenderlas. No por sus salidas profesionales, ni por tener familiar alguno que me fuera a dar una silla en su bufete o por otros motivos ventajistas o materialistas. Fue porque quería conocer mis derechos y mis obligaciones como ciudadano; eso es lo que define la vocación jurídica.

En ese contexto, ya solo me quedaba elegir una rama en la cuál desempeñar la profesión de abogado, y si bien Penal me pareció siempre muy atractiva, fue Civil la que me pareció más bonita e interesante. Porque es el Derecho que rige las relaciones entre particulares, lo cotidiano. Y dentro de Civil, el Derecho de Sucesiones me pareció la ramificación más compleja y enrevesada que hay, lo que para una mente tan inquieta y obstinada como la mía resultaba un desafío irrechazable.

Ahora solo procuro honrar esta disciplina jurídica que tanto me da, trabajando con el máximo rigor, honradez, responsabilidad, humildad y respeto.

   a.T.